Orixás

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martes, 1 de mayo de 2012

Historia de la Gastronomía Afro Bahiana



 La llegada de Tomás de Souza a la Capitanía de Bahía de Todos los Santos, el 29 de marzo de 1549, marcó el inicio de la construcción de la Ciudad de Salvador, para establecer el gobierno de Portugal en Brasil.
 Cercada por altos muros, levantados para la defensa de la población, inicialmente contra los invasores de más allá del mar, tenía al norte, la puerta de Santa Catalina o puerta Norte, que daba a la Plaza del Palacio, actual Plaza Municipal y el inicio de la calle de la Misericordia y al sur, la Puerta de Santa Lucia, después Puerta de San Benito, que da a la calle Derecha del Palacio Municipal, actual calle Chile e inmediaciones del antiguo Largo do Teatro, actual Plaza Castro Alves.
 En la última década del siglo XVI, los límites de la ciudad, en el lado Norte, fueron prolongados y los muros reconstruidos en lo alto de la actual Ladera do Pelourinho.
La Puerta y el castillo de Santa Catalina, fueron transferidos, pasando a llamarse “Portas do Carmo”, levantado en la colina de una antigua aldea indígena llamada Monte Calvario o Monte Del Carmen, cerrando de ese lado el cuerpo de la ciudad y transformándolo en punto de defensa.
 Durante la ocupación holandesa (1624-1625), el castillo de Santa Catalina o castillo de las Portas Do Carmo, fue reconstruído, pasando a llamarse “Portas de Bastefeld”, en homenaje al oficial flamenco que lo comandaba.
 Durante la guerra de la restauración, la fortificación soportó duelos de artillería y mosquetería, con tropas luso-españolas, hasta la rendición flamenca, cuando el 29 de abril de 1625, entraron triunfantes por las Portas do Carmo.
 En el siglo XVIII, solares, caserones, iglesias y monumentos fueron sucesivamente levantados para uso da la nobleza colonial, cuando la ciudad se expandía por fuera de las Portas do Carmo. Fue cuando la población negra levantó la Iglesia de Nossa Senhora Do Rosário Dos Pretos, vecina a un muro de fortificación.
Los viejos muros, que delimitaron Salvador en los siglos XVI y XVII, fueron demolidos - perdiendo la función de defender - pues se encontraban en ruinas.
 En 1790, las obras fueron concluídas con la construcción del Cuartel del Rey y del Cuerpo de la Guardia de las Portas do Carmo; sobre la base de la alvenaria restante de las antiguas murallas seiscientistas.
Allí fue conservada una guardia oficial para la manutención de la orden y la feligresía. En 1807, el Pelourinho de la ciudad fue transferido del Terreiro de Jesús, al lugar hoy conocido como Largo do Pelourinho, permaneciendo allí hasta 1835, cuando fue definitivamente extinguido.
 Durante el siglo XIX, el proceso de urbanización modificó progresivamente, la fisonomía de los antiguos límites de las “Portas do Carmo”, con el agregado de casas con estilo neoclásico y la antigua nobleza del Pelourinho fue substituída por intelectuales, médicos, abogados y por las clases populares. Las construcciones militares, levantadas sobre las antiguas murallas, fueron transformadas en residencias.
 Los edificios, a los largo del Siglo XX, pasaron a integrar el escenario comercial que emergía de la región; mientras se observaba el deterioro que fuera restaurado recién en los años ’70, componiendo el actual Conjunto SENAC.
 Allí, habrían sido albergadas, desde los años ’40, organizaciones como la Escuela de Danza Iara, La Academia de Capoeira Mestre Pastinha, sede Do Afoxé Filhos de Gandhi y una gráfica.
 Durante las obras de restauraciónde la casa nº 13, fueron identificados remanentes de las murallas seicientistas. Actualmente, alberga una exposición de larga duración del "MUSEO DE GASTRONOMÍA BAHÍANA”

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